11 octubre 2005

Y AQUÍ LA PARÁFRASIS

Lee el siguiente texto y PARAFRASEA el texto marcado.
Lucas estrena en Cannes el último episodio de la saga de las galaxias.
Las noches de estreno se llenan de señoras elegantes y caballeros de esmoquin
EFE CANNES.- Hacerse con una entrada para las noches de estreno en Cannes es un hito, pero más si la película en cuestión termina con una saga iniciada hace 28 años. Es prácticamente imposible conseguir el pase de esta tarde para ver 'La venganza de los Sith'. George Lucas, Natalie Portman, Hayden Christensen y Samuel L. Jackson están en la ciudad francesa.
Pero, aún teniendo en el bolsillo la preciada entrada, la elegancia es un placer obligado en el Festival de Cannes para estas veladas, para poder contemplar los filmes en competición por la Palma de Oro y los que sólo se exhiben, junto con el equipo que los realizó y sus invitados más 'glamourosos'.
Es la ocasión única de contemplar cada película en condiciones ideales y con
ella la reacción de ese público tan especial antes y después de la proyección,
su manera de recibir la obra y sus autores.
El nivel se mide al término del
filme, cuando la sala, en pie, parece romperse de emoción, como tras el estreno
de 'Last Days', de Gus Van Saint; brindar una acogida complaciente y gélida a la
vez, como ocurrió a 'Lemming', del francés Dominique Moll; o celebrar con
rotundidad la belleza, la profundidad y el talento de 'Match Point', de Woddy
Allen.
No es preciso disfrazarse a conciencia, basta con estar "bien",
explican los servicios que tratan estos asuntos, y pronto se comprende que,
desde luego, el "bien", como en los buenos viejos tiempos, no pasa por los
vaqueros, por mucha sofisticación que pueda acompañarlos.
La gala, hasta para los fotógrafos
El esmoquin con pajarita o, cuando menos, el traje negro para los caballeros es de rigor y aunque tampoco se requiere de ellas un concienzudo 'vestidazo', abundan por doquier los escotados vestidos de noche y de cóctel, sobre alto tacón y los pequeños bolsitos.
La impuntualidad se paga, igualmente, muy cara en este universo cronometrado, en el que a cada instante suceden decenas de eventos a la vez, pero la puesta en escena no es fortuita, tiene por objetivo sin duda elevar el rango, o quizás, recordar el sublime grado que puede alcanzar el cine en algunos momentos.
En este universo de etiqueta los peinados pueden alcanzar igualmente una sofisticación rara entre los invitados que acuden a la veintena de estrenos de esta sección oficial, la de mayor prestigio y visibilidad del Festival.

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